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jueves, 28 de febrero de 2013

Historia # 14

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Y fue entonces cuando cansado de hacer siempre lo mismo, corrió sin detenerse para alejarse de ese caos, así se llamará Rodolfo o Tania, el había decidido cerrar ese capítulo y continuar su vida, también sabía que no sería cosa fácil pues ellos eran toda su vida, parecía película pero así era, no se podía pensar en uno sin recordar al otro y sinceramente todos pensábamos mal de esos tres.

Desde qué eran pequeños siempre estuvieron juntos, Rodolfo, Tania y José Alfredo, traviesos, divertidos y escandalosos, todos aquí en la colonia los conocemos, siempre juntos, aunque vivieran separados por paredes, Rodolfo vivía con su madre y su padrastro, el era el que gozaba de la "mejor" familia, casi nunca habían problemas, no tanto como Tania, que vivía con sus papas y sus 5 hermanos, ella era la más pequeña y la única mujer por lo que con sus dos padres trabajando, agradecían que sabía cuidarse sola. José Alfredo vivía sólo con su madre, su papa era policía y murió en cumplimiento de su deber, cuando el tenía apenas un mes de nacido.

Solo Dios sabe por que razón o que paso para que se hicieran amigos, de la misma edad y del centro de la capital del país. La escuela fue para ellos una gran diversión, siempre juntos y siempre felices, la secundaria fue lo mismo, pareciera que la pubertad no les paso, en cuestión emocional, por que cada uno de los tres tenían un cuerpo envidiable, ningún hombre de la secundaria se animaba a ligar con Tania, pues tenían que enfrentarse a Rodolfo y al rey como le decían a José Alfredo y lo mismo, ninguna mujer se atrevía a coquetear con Rodolfo o el Rey pies Tania enfurecía y las ahuyentaba con gritos e insultos.

Hasta ese momento parecía todo perfecto, pero al terminar la secundaria y no poder acceder a la preparatoria se encontraron con mucho tiempo libre, conocieron la vagancia, el alcohol y el tabaco, pero aprendieron a ganar dinero, para variar, siempre los tres juntos, aquí los tuve, me trabajaban en la tienda y cobraban poco pero los termine corriendo pues me robaban los cigarros.

Un día en la casa del Rey comían como un día más en su rutina, cuando su vida se convirtió de rosa a negro, pase y no pude detenerme, esos ruidos llamaron mi atención, me asome por la ventana abierta y no creía lo que veía, entre sorpresa, miedo y perversión logre caminar hasta mi tienda y marque al número de Silvia, la mama de José Alfredo, trabajaba a dos cuadras en una gran zapatería, corrió y sin dudarlo entro a su casa, escuche el grito y golpes y corrí, enfurecida saco a golpes a Rodolfo, desnudo y después a Tania igual desnuda y pese a mi predicción también saco al Rey sin ropa alguna, se encerró y comenzó a gritar como loca, como desesperada, la gente se acercó y entre morbo y miedo trataban de esconder la desnudez de los muchachos, los tres se encaminaron a casa de Rodolfo y por suerte sus papas no estaban, estuvieron ahí cerca de una hora y después salieron. En los lavaderos estuvieron fumando cerca de otra hora hasta que cada quien se dirigió a su casa, todo fue paz, nadie escucho gritos, al siguiente día todo fue normal, esos tres jugando afuera y Silvia a trabajar normalmente.

Un día mientras atendía mi tienda y mientras admiraba el desarrollo de Tania me sorprendí al ver que se había desmayado, esos desmayos ya los conocía pues tuve 4 hijas, por lo que no dije nada, poco a poco separe a los tres y les di la noticia, sólo Tania lo creyó y al siguiente día lo comprobó, a partir de ese momento se acabaron los gritos de los Tres en el patio, supongo que les dijeron a sus padres por que de repente vi a Rodolfo con una bolsa negra llena de ropa salir de su casa y chiflarle al Rey que también salió con una maleta de ropa, se sentaron a fumar en los lavaderos, platicaron por horas hasta que se levantaron y caminaron hacia mi. Me pidieron el cuartito arriba de la tienda por 500 al mes, subieron sus cosas y unos cartones y chiflaron, Tania salió llorando y con la cara hinchada, su madre salió aventando cuanta cosa se encontrará a su camino, Silvia al dar un paso fuera de su casa regreso, como si las miradas de los vecinos le quemarán.

Ya van dos años de esos acontecimientos y aún siguen viviendo arriba de mi tienda, no se que le van a explicar a esa niña cuando sea grande, pues no tienen experiencia explicando ya que nunca nadie les pidió una explicación, para nosotros siempre serán los Tres que juegan a las muñecas con esa niña, pero para ser honesto son más felices que muchas otras "parejas de dos"

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