Historia # 4

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La triste historia de un pan de dulce, tradición que nos fue inculcada, sufre en la harina y la azúcar, extrañando el piloncillo, muere y vive en el horno, con el aroma de la leña, recorre el mundo en su único viaje en la canasta de un hombre que grita a sus consumidores.

El pan!!!!

Pan, tributo de dioses, adobe ingrediente único, donde la leña explota y da su calor en ese infierno como el mito del descenso, la masa se vuelve dorada, se llena de aire y se vuelve suave, el pan seca sus pecados con fuego, donde del dolor se forma su sabor, sacrifica su integridad para convertirse en pan.

¿Quien habrá pensado en unir los ingredientes?

A quien hay que agradecerle, o como dice la leyenda:

El pan es un regalo del cielo, de los dioses, como disculpa por habernos dado conciencia, nos dieron el pan para quitarnos ese mal sabor de boca, el calor del pan al despertar y el sabor del pan al dormir, esa es la meta, sin pan la vida sería sencilla, nacer crecer y morir.

La tierra nos regala los ingredientes y el trabajo es arduo, sólo lo hace el artesano esta permitido de darnos la bendición, de mezclar correctamente todo y coronar el pan con miel y que tal esfuerzo pocas veces valoramos, incluso pensamos en el pan como otro elemento, sin reconocer su camino, si sacrificio al bajar al infierno y salir esponjoso y dulce, sólo le damos las gracias cuando saboreamos el piloncillo.

Cual vida que nos dieron los dioses el pan es parte de todo, del cielo, del fuego, de la tierra, del viento, parte de nosotros, como lo somos del universo, energía que pasa por nosotros y que fuimos y seremos, el ciclo de la vida del pan y de nuestras vidas.