Historia # 5

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Es la parte cumbre de la carrera, voy en noveno lugar, para los que no saben en que participo, les contaré brevemente, soy corredor, es el año 2014, compito en una liga muy peligrosa, algunas personas le podrían decir post apocalíptica, consta de ir en una pequeña nave que gira para avanzar, yo con mis manos reguló la velocidad y con mis pies el ángulo o dirección, es completamente cerrada y muy suave por dentro, puedo platicar con alguien por radio mientras corro, pero esta prohibido detenerme por alguna razón.

¿El premio?

Vivir como rey

Y... ¿Qué pasa si pierdo?

Después del lugar 8 de 100 corredores misteriosamente sufren accidentes antes de llegar a la meta, les estorbamos, pero aún así al siguiente día tendrán el mismo número de corredores.

Yo voy a correr hoy decidido a ganar, quiero comer algo con sabor, tomar agua pura y tener sexo con una mujer, bañarme con agua caliente, usar calcetines y lavarme los dientes. No es fácil la carrera pues nadie quiere morir, una persona cuerda prefiere matar que morir, yo lo haré.

La carrera consta en recorrer un camino lleno de trampas y obscuridad, con mucho fuego, la pequeña nave nos cubre, pero no mucho, el primero que llegue a la meta gana sus sueños hechos realidad, los siguientes 7 ganan una segunda oportunidad y los 92 corredores que lleguen después se ganaran su muerte.

Comienza la carrera que dura 12 horas de agonía, salimos al azar, como la imputadora nos diga, es la única que trabaja con honestidad, es una máquina del pasado, que no conoce la malicia, sin inteligencia artificial, sin maldad, tuve mala suerte y soy el número 50, exactamente la mitad, veo a mi hermano y a mi padre, sufren por que están nombrando el número 80 y aún no escuchan su nombre, esta carrera es por la vida, así que ignorare sus miradas.

Nos formamos e inicia la carrera, nuestras pequeñas naves redondas comienzas a girar, por dentro no lo negare, voy cómodo, como si me acostara en los senos de mi esposa, sólo que hay una diferencia, mis manos regulan la velocidad y mis pies la dirección, estoy entre armas y muchas más cosas para pelear. Comienza la carrera y recibo un disparo, eso imagino por que comienza a sangrar mi pierna, no me duele, es más mi ambición, metido en esta pequeña nave negra que el dolor que pueda sentir, no quiero contarles detalles de como he llegado hasta el número 25, pues respetó la muerte de mis contrincantes, lamentablemente para ellos tenían menos ambición.

Faltan 20 minutos, voy en noveno lugar, sudo del estrés de perder mi vida, estoy cortado y golpeado, nadie me ha tratado con piedad y se los agradezco, para evitar los sentimientos de duda, quedan escasos 10 metros y no he podido avanzar, abrazo mi nave en posición fetal y cruzamos la meta, llegue en noveno lugar, por inercia sigo avanzando en mi nave, abrazo lo que tengo entre mis brazos y despierto sudando en mi cama, abrazando mi almohada, aún estresado pero feliz de que la carrera tuvo ese final, debo estar muerto, ya que perdí, es la misma fecha, pero todo es normal, cielo azul, mi gigante cama y mi esposa dormida tratando de tapar inconscientemente su desnudez, ignoro las heridas con las que desperté, debe de haber una explicación psiquiátrica para esto.