Extraño sentimiento de vacío

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- ¿de que sirve que le abra mi corazón a usted, si como el resto de los desafortunados que se topan conmigo en esta vida, sólo se contagian de mi negra mala vibra?

Se qué esta molesta y se siente frustrada, con ganas de hacerme daño, aunque sabe que las consecuencias de liberar su impotencia serían fatales, me duele saber que soy un hombre desaparecible y sin consecuencias, soy un hombre que con su ausencia motivaría el festejo de la liberación, de la liberación espiritual y el respiro sin la preocupación de escuchar mis pasos, como todas las personas que reconocen como caminan sus seres queridos y sin aún procesarlo ya están sonriendo, a mi me pasaba así, cuando caminaba las puertas y ventanas se cerraban, me llenaba de odio que sólo podía expresar con una sonrisa burlona que la gente pusiera esas barreras para protegerse de mi carisma.

Y ¿después de eso se pregunta por que salí de esa isla?

Ser una persona no grata con el tiempo deja de doler, pero la cicatriz da comezón, no hay manera de calmarla, me gusta sentirme desconocido en este mundo, sin puertas o ventanas cerrandose a mi paso, en silencio para que no me alerte de ellos.

Usted sabe señora que...

¿tengo sentimientos?

Pues déjeme decirle que no, soy de esa especie rara que sólo nació con uno y es el amor, me lo robaron así que sólo soy un ente en este mundo una marioneta que en nada se difiere de Pinocho, una piedra más que pateas en el camino para quitarle lo tedioso.

Déjeme continuar mi camino, yo solo pase aquí por una razón, ya se la dije, no quiero meterme en problemas, quiero recuperar mi único sentimiento y después enterrarlo, por que bajo la tierra no hará daño, tengo que enmendar el corazón de esa mujer que aún no se qué tanto se siga desangrando, aunque en el intento tenga que tallar en piedra el mío, déjeme ir y vera que regresare frío como diciembre, a darle las gracias, a sentarme en ese espacio de su sala y a fumar un cigarro con usted, para que yo le compruebe que no soy un punto negro en este mundo, quiero que sepa que soy un punto gris, que la diferencia de color es mínima, pero al fin diferencia.

Estoy cansado de cometer errores tan estúpidos que me duele la cabeza de sentirlos, quiero por una vez en mi vida comer sin preocupaciones, acompañado, en una mesa, ¿de que me sirve el dinero si sólo es un papel en mi mano? De alguna manera comprendo al Rey Midas, un inadaptado de este mundo víctima de lo material que descubrió el valor del un sentimiento muy tarde, que de la misma manera en que lloro, mis ojos se llenan de lágrimas, por que en algún día en esta vida todos lloraremos por lo mismo, la maldita soledad nos pegara en el pecho, se meterá en nuestras entrañas y saldrá solamente cuando nuestra alma abandone lo terrenal, la muerte es cómplice de la soledad, somos víctimas de ellas cuando se encuentren y sólo en ese momento cuando sus manos sellen el honor de su pacto, sera cuando lloremos por desperdiciar la vida de manera vil y desgraciada.

En estos momento solo pienso en buscarla, en pasar junto a ella y que mis ojos no la reconozcan, pero el aroma que entré por mi nariz me dirá que es ella, esa dulce esencia que me decía hace años despierta ya y despiertala con un beso, ese aroma que jamás olvidare, me hará extender mi mano para tomar la suya y volver a sentir su calor por medio de esa piel tan suave y deliciosa, tan tersa como el algodón más puro, tomare sus dedos y los enredare en los míos, sin dejarla reaccionar la acercare a mi pecho y la abrazare como lo hacía en mi juventud, retare a la tierra a temblar y ni así me separare de ella, me aferrare a su pecho como me despedía cada noche, oleré su cabello para que mis pulmones recobren la vida, alzare su mirada con mi única tierna caricia y cerrando mis ojos la besare, de la manera más linda, de esa manera que enamora y hace que la ropa se evapore, desde luego eso es sólo lo que he pensado en las noches que sus ojos brillosos me han quitado el sueño.

Ayúdeme a continuar mi camino, a continuar la búsqueda de mi único sentimiento y a volver a enamorar a esa mujer